martes, 10 de junio de 2008

SONIDOS DETERMINADOS Y SONIDOS INDETERMINADOS


QUE ES UN SONIDO.
http://www.aciprensa.com, fenómeno físico que estimula el sentido del oído. En los seres humanos, esto ocurre siempre que una vibración con frecuencia comprendida entre unos 15 y 20.000 hercios llega al oído interno. El hercio es una unidad de frecuencia que corresponde a un ciclo por segundo. Estas vibraciones llegan al oído interno transmitidas a través del aire, y a veces se restringe el término “sonido” a la transmisión en este medio. Sin embargo, en la física moderna se suele extender el término a vibraciones similares en medios líquidos o sólidos. Los sonidos con frecuencias superiores a unos 20.000 Hz se denominan ultrasonido
Cualquier sonido sencillo, como una nota musical, puede describirse en su totalidad especificando tres características de su percepción: el tono, la intensidad y el timbre. Estas características corresponden exactamente a tres características físicas: la frecuencia, la amplitud y la composición armónica o forma de onda. El ruido es un sonido complejo, una mezcla de diferentes http://www.radiofeyvida.comfrecuencias o notas sin relación armónica.
Existen distintos métodos para producir sonido de una frecuencia deseada. Por ejemplo, un sonido de 440 Hz puede crearse alimentando un altavoz con un oscilador sintonizado a esa frecuencia (véase Grabación de sonido y reproducción). También puede interrumpirse un chorro de aire mediante una rueda dentada con 44 dientes que gire a 10 revoluciones por segundo; este método se emplea en las sirenas. Los sonidos de un altavoz y una sirena de la misma frecuencia tendrán un timbre muy diferente, pero su tono será el mismo, equivalente al la situado sobre el do central en un piano. El siguiente la del piano, la nota situada una octava por encima, tiene una frecuencia de 880 Hz. Las notas situadas una y dos octavas por debajo tienen frecuencias de 220 y 110 Hz respectivamente. Por definición, una octava es el intervalo entre dos notas cuyas frecuencias tienen una relación de uno a dos.
Una ley fundamental de la armonía afirma que dos notas separadas por una octava producen una combinación eufónica cuando suenan simultáneamente. Cuando el intervalo es de una quinta o de una tercera mayor, la combinación es progresivamente menos eufónica. En física, un intervalo de una quinta implica que la relación de las frecuencias de ambas notas es de tres a dos; en una tercera mayor, la relación es de cinco a cuatro. La ley de la armonía afirma que dos o más notas producen un sonido eufónico al sonar de forma simultánea si la relación entre sus frecuencias corresponde a números enteros pequeños; si las frecuencias no presentan dichas relaciones, se produce una disonancia. En un instrumento de tonos fijos, como un piano, no es posible establecer las notas de forma que todas estas relaciones sean exactas, por lo que al afinarlo es necesario un cierto compromiso de acuerdo con el sistema de tonos medios o escala temperada
La amplitud de una onda de sonido es el grado de movimiento de las moléculas de aire en la onda, que corresponde a la intensidad del enrarecimiento y compresión que la acompañan. Cuanto mayor es la amplitud de la onda, más intensamente golpean las moléculas el tímpano y más fuerte es el sonido percibido. La amplitud de una onda de sonido puede expresarse en unidades absolutas midiendo la distancia de desplazamiento de las moléculas del aire, o la diferencia de presiones entre la compresión y el enrarecimiento, o la energía transportada. Por ejemplo, la voz normal presenta una potencia de sonido de aproximadamente una cienmilésima de vatio. Sin embargo, todas esas medidas son muy difíciles de realizar, y la intensidad de los sonidos suele expresarse comparándolos con un sonido patrón; en ese caso, la intensidad se expresa en decibelios (ver el apartado “Sensaciones de tono” más adelante).
La distancia a la que se puede oír un sonido depende de su intensidad, que es el flujo medio de energía por unidad de área perpendicular a la dirección de propagación. En el caso de ondas esféricas que se propagan desde una fuente puntual, la intensidad es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia, suponiendo que no se produzca ninguna pérdida de energía debido a la viscosidad, la conducción térmica u otros efectos de absorción. Por ejemplo, en un medio perfectamente homogéneo, un sonido será nueve veces más intenso a una distancia de 100 metros que a una distancia de 300 metros. En la propagación real del sonido en la atmósfera, los cambios de propiedades físicas del aire como la temperatura, presión o humedad producen la amortiguación y dispersión de las ondas sonoras, por lo que generalmente la ley del inverso del cuadrado no se puede aplicar a las medidas directas de la intensidad del sonido
La frecuencia de una onda de sonido es una medida del número de vibraciones por segundo de un punto determinado. La distancia entre dos compresiones o dos enrarecimientos sucesivos de la onda se denomina longitud de onda. El producto de la longitud de onda y la frecuencia es igual a la velocidad de propagación de la onda, que es la misma para sonidos de cualquier frecuencia (cuando el sonido se propaga por el mismo medio a la misma temperatura). Por ejemplo, la longitud de onda del la situado sobre el do central es de unos 78,2 cm, y la del la situado por debajo del do central es de unos 156,4 centímetros.
La velocidad de propagación del sonido en aire seco a una temperatura de 0 °C es de 331,6 m/s. Al aumentar la temperatura aumenta la velocidad del sonido; por ejemplo, a 20 °C, la velocidad es de 344 m/s. Los cambios de presión a densidad constante no tienen prácticamente ningún efecto sobre la velocidad del sonido. En muchos otros gases, la velocidad sólo depende de su densidad. Si las moléculas son pesadas, se mueven con más dificultad, y el sonido avanza más despacio por el medio. Por ejemplo, el sonido avanza ligeramente más deprisa en aire húmedo que en aire seco, porque el primero contiene un número mayor de moléculas más ligeras. En la mayoría de los gases, la velocidad del sonido también depende de otro factor, el calor específico, que afecta a la propagación de las ondas de sonido.

La característica principal de estos instrumentos es que se pueden afinar. Producen un sonido determinado (notas). Lo que significa que es posible medir la altura. Se puede medir la frecuencia, pues el número de vibraciones por segundo sigue unos ciclos determinados
Los instrumentos de sonido determinado son llamados también melódicos, lineales o tonales.
La característica principal de estos instrumentos es que se pueden afinar. Producen un sonido determinado (notas). Lo que significa que es posible medir la altura. Se puede medir la frecuencia, pues el número de vibraciones por segundo sigue unos ciclos determinados
Instrumento de sonido determinado Los instrumentos de sonido determinado son llamados también melódicos, lineales o tonales. La característica principal de estos instrumentos es que se pueden afinar. Producen un sonido determinado (notas). Lo que significa que es posible medir la altura. Se puede medir la frecuencia, pues el número de vibraciones por segundo sigue unos ciclos determinados. Ver más en


SONIDOS DETERMINADOS Y SONIDOS INDETERMINADOS
La diferencia principal entre los sonidos "determinados" y los "indeterminados" es su forma de onda. Como podemos apreciar en las imágenes de arriba, el sonido determinado describe una onda más regular y constante que el indeterminado, que crea unas líneas mucho menos redondeadas.
Cuando un sonido es "determinado" las ondas que produce tienen una frecuencia siempre igual, es decir, se suceden siempre cada determinado período de tiempo. Cuando ese período de tiempo es, por ejemplo, de 440 vibraciones (ondas) por segundo, la nota obtenida es un LA. A esta nota se le llama "La Universal".En realidad, existe un sonido de 440 vibraciones por segundo, otro de 441, otro de 442, etc., lo que sucede es que esas variaciones son imperceptibles al oído. La tecla más grave de un piano ronda las 30 vibraciones por segundo, y la más aguda las 2.000.
Dentro de la gama que encontramos desde las 30 a las 2.000 vibraciones por segundo, no utilizamos todos los sonidos posibles, sino solo unos pocos. Tal como ha evolucionado la música en occidente, el concepto principal parece ser el de Octava
Sonido determinado son llamados los instrumentos de también melódicos, lineales o tonales.


miércoles, 4 de junio de 2008

LA GRAVEDAD DEL PECADO



¿Qué es el Pecado? — La Gran PreguntaVivimos en una cultura en la que el concepto de pecado se ha visto envuelto en discusiones legalistas sobre el bien y el mal. Cuando muchos de nosotros pensamos, ”¿Qué es el pecado?”, pensamos en las violaciones a los Diez Mandamientos. Incluso ahí, pensamos en el asesinato y el adulterio como pecados “mayores” comparados con mentir, maldecir o la idolatría. La verdad es que el pecado, tal como se define en las traducciones originales de la Biblia, significa “perder el camino”. El camino, en este caso, es el estándar de perfección establecido por Dios y evidenciado por Jesús. Bajo esa luz, queda claro que todos nosotros somos pecadores. El Apostol Pablo dice en Romanos 3:23: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”. A la luz de todo esto, no es bueno compararnos con otros. No podemos escapar a nuestro fracaso al ser justos en nuestras propias fuerzas. Así lo diseñó Dios, porque solo cuando entendemos nuestra debilidad, consideraremos apoyarnos en el sacrificio expiatorio de Jesús.
¿Qué es el Pecado? — Una Perspectiva BíblicaEl pecado es mencionado cientos de veces en la Biblia, comenzando con el pecado “original”, cuando Adán y Eva comieron del árbol del conocimiento. A menudo, nos parece como si el pecado fuera simplemente la violación de cualquiera de las leyes de Dios, incluyendo los Diez Mandamientos. Sin embargo, Pablo coloca esta perspectiva en Romanos 3.20, cuando dice: “Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado”. Dios quería que reconociéramos nuestros pecados. Incluso aquellos que no han asesinado o cometido adulterio, se encontrarían culpables de mentir o de adorar a ídolos falsos como las riquezas o el poder, antes que a Dios. Trágicamente, el pecado en cualquier dimensión, nos distanciará de Dios. “La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír”, dice Isaías 59:1-2. “Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios a ocultar su rostro para no escuchar”. Debemos resistir la tentación de actuar como si fuéramos justos, especialmente apoyándonos en nuestras buenas obras. “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros” (1 Juan 1:8-10).
¿Qué es el Pecado? — Un Llamado al ArrepentimientoLas buenas noticias en todo esto son que, una vez que nos reconocemos como pecadores, necesitamos solamente arrepentirnos y acoger a Jesús para ser perdonados. Jesús puede perdonarnos porque él murió y resucitó tres días después en victoria sobre el pecado y la muerte. El apóstol Pablo se refiere a este proceso de reconocimiento del pecado y responsabilidad por ello como la “tristeza que proviene de Dios”. “La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte”, escribe Pablo en 2 Corintios 7:10-11. “Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo han demostrado su inocencia en este asunto”.

LA GRAVEDAD DEL PECADO

¿Qué es el Pecado? — La Gran PreguntaVivimos en una cultura en la que el concepto de pecado se ha visto envuelto en discusiones legalistas sobre el bien y el mal. Cuando muchos de nosotros pensamos, ”¿Qué es el pecado?”, pensamos en las violaciones a los Diez Mandamientos. Incluso ahí, pensamos en el asesinato y el adulterio como pecados “mayores” comparados con mentir, maldecir o la idolatría. La verdad es que el pecado, tal como se define en las traducciones originales de la Biblia, significa “perder el camino”. El camino, en este caso, es el estándar de perfección establecido por Dios y evidenciado por Jesús. Bajo esa luz, queda claro que todos nosotros somos pecadores. El Apostol Pablo dice en Romanos 3:23: “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”. A la luz de todo esto, no es bueno compararnos con otros. No podemos escapar a nuestro fracaso al ser justos en nuestras propias fuerzas. Así lo diseñó Dios, porque solo cuando entendemos nuestra debilidad, consideraremos apoyarnos en el sacrificio expiatorio de Jesús.
¿Qué es el Pecado? — Una Perspectiva BíblicaEl pecado es mencionado cientos de veces en la Biblia, comenzando con el pecado “original”, cuando Adán y Eva comieron del árbol del conocimiento. A menudo, nos parece como si el pecado fuera simplemente la violación de cualquiera de las leyes de Dios, incluyendo los Diez Mandamientos. Sin embargo, Pablo coloca esta perspectiva en Romanos 3.20, cuando dice: “Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado”. Dios quería que reconociéramos nuestros pecados. Incluso aquellos que no han asesinado o cometido adulterio, se encontrarían culpables de mentir o de adorar a ídolos falsos como las riquezas o el poder, antes que a Dios. Trágicamente, el pecado en cualquier dimensión, nos distanciará de Dios. “La mano del Señor no es corta para salvar, ni es sordo su oído para oír”, dice Isaías 59:1-2. “Son las iniquidades de ustedes las que los separan de su Dios a ocultar su rostro para no escuchar”. Debemos resistir la tentación de actuar como si fuéramos justos, especialmente apoyándonos en nuestras buenas obras. “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad. Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad. Si afirmamos que no hemos pecado, lo hacemos pasar por mentiroso y su palabra no habita en nosotros” (1 Juan 1:8-10).
¿Qué es el Pecado? — Un Llamado al ArrepentimientoLas buenas noticias en todo esto son que, una vez que nos reconocemos como pecadores, necesitamos solamente arrepentirnos y acoger a Jesús para ser perdonados. Jesús puede perdonarnos porque él murió y resucitó tres días después en victoria sobre el pecado y la muerte. El apóstol Pablo se refiere a este proceso de reconocimiento del pecado y responsabilidad por ello como la “tristeza que proviene de Dios”. “La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse, mientras que la tristeza del mundo produce la muerte”, escribe Pablo en 2 Corintios 7:10-11. “Fíjense lo que ha producido en ustedes esta tristeza que proviene de Dios: ¡qué empeño, qué afán por disculparse, qué indignación, qué temor, qué anhelo, qué preocupación, qué disposición para ver que se haga justicia! En todo han demostrado su inocencia en este asunto”.

lunes, 2 de junio de 2008

El Bautismo de Jesús
535. El comienzo (cf. Lc 3, 23) de la vida pública de Jesús es su bautismo por Juan en el Jordán (cf. Hch 1, 22). Juan proclamaba “un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” (Lc 3, 3). Una multitud de pecadores, publicanos y soldados (cf. Lc 3, 10-14), fariseos y saduceos (cf. Mt 3, 7) y prostitutas (cf. Mt 21, 32) viene a hacerse bautizar por él. “Entonces aparece Jesús”. El Bautista duda. Jesús insiste y recibe el bautismo. Entonces el Espíritu Santo, en forma de paloma, viene sobre Jesús, y la voz del cielo proclama que él es “mi Hijo amado” (Mt 3, 13-17). Es la manifestación (“Epifanía”) de Jesús como Mesías de Israel e Hijo de Dios.
536. El bautismo de Jesús es, por su parte, la aceptación y la inauguración de su misión de Siervo doliente. Se deja contar entre los pecadores (cf. Is 53, 12); es ya “el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1, 29); anticipa ya el “bautismo” de su muerte sangrienta (cf Mc 10, 38; Lc 12, 50). Viene ya a “cumplir toda justicia” (Mt 3, 15), es decir, se somete enteramente a la voluntad de su Padre: por amor acepta el bautismo de muerte para la remisión de nuestros pecados (cf. Mt 26, 39). A esta aceptación responde la voz del Padre que pone toda su complacencia en su Hijo (cf. Lc 3, 22; Is 42, 1). El Espíritu que Jesús posee en plenitud desde su concepción viene a “posarse” sobre él (Jn 1, 32-33; cf. Is 11, 2). De él manará este Espíritu para toda la humanidad. En su bautismo, “se abrieron los cielos” (Mt 3, 16) que el pecado de Adán había cerrado; y las aguas fueron santificadas por el descenso de Jesús y del Espíritu como preludio de la nueva creación.
537. Por el bautismo, el cristiano se asimila sacramentalmente a Jesús que anticipa en su bautismo su muerte y su resurrección: debe entrar en este misterio de rebajamiento humilde y de arrepentimiento, descender al agua con Jesús, para subir con él, renacer del agua y del Espíritu para convertirse, en el Hijo, en hijo amado del Padre y “vivir una vida nueva” (Rm 6, 4):
Enterrémonos con Cristo por el Bautismo, para resucitar con él; descendamos con él para ser ascendidos con él; ascendamos con él para ser glorificados con él (S. Gregorio Nacianceno Or. 40, 9).
Todo lo que aconteció en Cristo nos enseña que después del baño de agua, el Espíritu Santo desciende sobre nosotros desde lo alto del cielo y que, adoptados por la Voz del Padre, llegamos a ser hijos de Dios. (S. Hilario, Mat 2).
1223. Todas las prefiguraciones de la Antigua Alianza culminan en Cristo Jesús. Comienza su vida pública después de hacerse bautizar por S. Juan el Bautista en el Jordán (cf. Mt 3,13 ), y, después de su Resurrección, confiere esta misión a sus Apóstoles: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado” (Mt 28,19-20; cf Mc 16,15-16).
1224. Nuestro Señor se sometió voluntariamente al Bautismo de S. Juan, destinado a los pecadores, para “cumplir toda justicia” (Mt 3,15). Este gesto de Jesús es una manifestación de su “anonadamiento” (Flp 2,7). El Espíritu que se cernía sobre las aguas de la primera creación desciende entonces sobre Cristo, como preludio de la nueva creación, y el Padre manifiesta a Jesús como su “Hijo amado” (Mt 3,16-17).
1225. En su Pascua, Cristo abrió a todos los hombres las fuentes del Bautismo. En efecto, había hablado ya de su pasión que iba a sufrir en Jerusalén como de un “Bautismo” con que debía ser bautizado (Mc 10,38; cf Lc 12,50). La sangre y el agua que brotaron del costado traspasado de Jesús crucificado (cf. Jn 19,34) son figuras del Bautismo y de la Eucaristía, sacramentos de la vida nueva (cf 1 Jn 5,6-8): desde entonces, es posible “nacer del agua y del Espíritu” para entrar en el Reino de Dios (Jn 3,5). Considera donde eres bautizado, de donde viene el Bautismo: de la cruz de Cristo, de la muerte de Cristo. Ahí está todo el misterio: El padeció por ti. En él eres rescatado, en él eres salvado. (S. Ambrosio, sacr. 2,6).

domingo, 1 de junio de 2008


ESTE ES EL EJEMPLO QUE NOPS DA JESUS, QUE EL NO TENIA PREFERENCIAS DE PERSONAS SINO QUE SE REUNIA CON DIFERENTES PERSONAS

miércoles, 21 de mayo de 2008

padre nuetro

Padre nuestro que estas en el cielo
santificadisea tu nonbre
venga a nosotros tu reino
hágase tu boluntad en la tierra
como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día
pedona nuestrasofensas
asi como nosotros oerdonamos
alos que nosofenden
no nos dejes caer en tentación
y libranos del mal
AMEN.

PADRE NUETRO

Padre nuestro que estas en el cielo santificadi
sea tu nonbre venga a nosotros tu reino
hágase tu boluntad en ñla tierra comoen el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día pedona nuestras
ofensas asi como nosotros oerdonamos alos que nos
ofenden no nos dejes caer en tentación y
libranos del mal AMEN.